
Al atreverme a afirmar que más de la mitad de la humanidad está muerta por dentro, porque unos son autómatas y otros son católicos etc (ó autómatas cristianos), no hago una afirmación aventurada, sino la valoración más cercana a la verdad que jamás podrá salir de escritura ó de mis labios. Lo demás que diga yo ó los otros, lo demás son sólo estimaciones.