Mis vacaciones empiezan en Toluca, que más bien fue una escala técnica, puesto que no hay mucho que hacer o ver, por ahí, dado que algunos del grupo no conocían, pues hicimos la visita obligada al jardín botánico, comer tortas y probar el chorizo verde (sin albúr), y recorrer el centro.
De ahí partimos a Avandaro, hermoso lugar que trae siempre a mi memoria mis viajes de niñez, en donde me divertía horrores, bosque, vista a la presa, cabañas, el club, lanchas, fogatas, jacuzzi, guitarrita, venados, juegos, estrellas. etc. ¿se puede pedir algo más?... ¡Si!... una pareja…..
Al otro día Valle de Bravo, hermoso pueblo mágico, buenos restaurantes, comida española, hotelito bonito, buena nieve, buen café, ski acuático, marisquitos, mariposas monarcas, motos, caballos, cuetes (si compre cuetes y me divertí como mocoso je je) y primera borrachera hasta la madrugado junto con un buen habano.
De ahí partimos a Avandaro, hermoso lugar que trae siempre a mi memoria mis viajes de niñez, en donde me divertía horrores, bosque, vista a la presa, cabañas, el club, lanchas, fogatas, jacuzzi, guitarrita, venados, juegos, estrellas. etc. ¿se puede pedir algo más?... ¡Si!... una pareja…..
Al otro día Valle de Bravo, hermoso pueblo mágico, buenos restaurantes, comida española, hotelito bonito, buena nieve, buen café, ski acuático, marisquitos, mariposas monarcas, motos, caballos, cuetes (si compre cuetes y me divertí como mocoso je je) y primera borrachera hasta la madrugado junto con un buen habano.
A pesar de que habia mucha gente, el estar tan inmerso de la naturaleza, el bosque, los animales, las estrellas y ese ambiente hippie hace de Valle un lugar perfecto para entrar en contacto contigo mismo.